Este plato lo probé hace un montón de años en un restaurante de Sanxenxo celebrando el cumpleaños de una amiga y me fascinó su sabor pero con el tiempo me olvide de aquel plato tan delicioso. Por eso el otro día, cuando la vi en el blog de Kanela y Limón, fue como volver a mi juventud. No es que sea muy mayor, pero una ya se va acercando a los 30 y se acuerda de esos años de, digamos, más juventud jeje.
Volviendo al provolone,
por si alguno no lo conocéis, se trata de un queso de origen italiano que por
su textura es ideal para fundir al horno o incluso a la parrilla. En el
Mercadona venden unas lonchitas que son ideales para preparar este plato.
Hace unos días lo
preparé para cenar. Mi padre y mi marido me miraban con cara de “eso no puede
estar bueno, ¡a ver qué cenamos ahora!” pero os diré que estuve a punto de
quitarles la foto a ellos relamiéndose de lo buenísimo que estaba.
Se trata de un plato más
fácil y rápido imposible, así que en mi casa se va a convertir en una cena muy
recurrente y yo ya tengo pensado añadirle alguna cosilla más que estoy segura
que le dará un toque riquísimo.
Delicioso, una receta de lo más exquisita!
ResponderEliminarUn beso